En este artículo vamos a repasar qué es el régimen de visitas y qué ocurre en caso de que uno de los progenitores lo incumpla, bien porque el progenitor no custodio no visite o no se relacione con el menor, o bien porque el progenitor custodio niegue o dificulte el derecho del otro progenitor a visitar al menor.
Régimen de visitas
En situaciones de separación o divorcio, el progenitor que no tenga la custodia de los hijos menores conservará el derecho a visitarlos, comunicarse con ellos y pasar tiempo en su compañía, lo que comúnmente se conoce como régimen de visitas.
Según el Tribunal Supremo, el régimen de visitas constituye un derecho y una responsabilidad para el progenitor no custodio. Su propósito principal es que tanto el progenitor custodio como el no custodio mantengan los mismos lazos afectivos con los hijos que tenían antes de la separación.
Es crucial destacar que el régimen de visitas no recae únicamente en el padre no custodio, sino que también implica al progenitor con la custodia. Este último debe facilitar las visitas y fomentar la relación del menor con el otro progenitor, siempre que no afecte negativamente al bienestar del niño.
1. Los poderes públicos aseguran la protección social, económica y jurídica de la familia.
2. Los poderes públicos aseguran, asimismo, la protección integral de los hijos, iguales éstos ante la ley con independencia de su filiación, y de las madres, cualquiera que sea su estado civil. La ley posibilitará la investigación de la paternidad.
3. Los padres deben prestar asistencia de todo orden a los hijos habidos dentro o fuera del matrimonio, durante su minoría de edad y en los demás casos en que legalmente proceda.
4. Los niños gozarán de la protección prevista en los acuerdos internacionales que velan
por sus derechos
Artículo 39, Constitución Española de 1978
A menudo, el progenitor no custodio no cumple con este derecho y deber. Sin embargo, también hay ocasiones en las que es el progenitor custodio, generalmente la madre, quien obstaculiza o incumple el régimen de visitas. En resumen, es imperativo cumplir con el régimen de visitas, y ambos progenitores tienen derecho a exigir su cumplimiento
¿Cuáles son los motivos habituales para el incumplimiento de visitas?
Incumplimiento de visitas por parte del progenitor no custodio
En la mayoría de los casos en los que el padre o progenitor no custodio no cumple con el régimen de visitas de manera voluntaria, suele recurrir a los siguientes argumentos para justificar su incumplimiento, entre otros:
- El horario de trabajo no me permite visitar a mis hijos.
- Mi hijo no se lleva bien con mi nueva pareja.
- La madre de mi hijo no me deja visitarlo.
- Es mi hijo el que no quiere estar conmigo
Incumplimiento de visitas por parte del progenitor custodio
Por su parte, el progenitor custodio, interfiere en el régimen de visitas, impidiendo o dificultando que el progenitor no custodio realice las visitas oportunas, alegando motivos como:
- Si no me paga la pensión alimenticia, no verá a los niños.
- No me gusta que mi hijo esté con la nueva pareja de mi ex.
- Las actividades extraescolares de mi hijo son incompatibles con los días de visita.
- Mi hijo no acepta la situación actual y no quiere ver a su padre.
Las situaciones en las que es el menor el que no quiere que el progenitor no custodio realice las visitas surgen cuando existe un alto grado de conflictividad entre los progenitores y se convierten en un motivo para que el menor se niegue a visitar al progenitor no custodio.
¿Qué hacer ante el incumplimiento del régimen de visitas?
Sea quien sea el progenitor, padre o madre, que incumpla el régimen de visitas, te indicamos los pasos a seguir:
1. Buscar un acuerdo entre los progenitores
Es altamente recomendable que los progenitores busquen un acuerdo en beneficio de sus hijos. Esta solución amistosa resultará ser la menos perjudicial tanto para los hijos como para los padres. Si se logra alcanzar un acuerdo definitivo que implique cambios en el régimen de visitas, como por ejemplo, cuando el progenitor no custodio necesita
mudarse por motivos laborales, será necesario presentar una demanda de modificación de medidas.
En caso de que se trate de un acuerdo temporal, será suficiente con la firma de un documento privado que comprometa a ambas partes. Esto puede ser necesario, por ejemplo, cuando un progenitor debe ausentarse durante unos meses debido a razones laborales o de salud. Es importante destacar que en ningún caso se recomienda que el acuerdo sea meramente verbal.
2. Valorar la gravedad del incumplimiento
En caso de no llegar a un acuerdo, es fundamental determinar si el incumplimiento es de carácter constante o puntual. Se requerirá que el incumplimiento sea persistente para poder tomar medidas legales contra el progenitor responsable.
3. Requerimiento fehaciente
Si el incumplimiento es un hecho duradero, se deberá requerir fehacientemente al progenitor incumplidor (sea custodio o no custodio) al cumplimiento de la sentencia o convenio regulador.
El requerimiento será fehaciente cuando se envía, por ejemplo, vía burofax o a través de Notario
4. Recopilación de pruebas del incumplimiento
Si, a pesar de haber solicitado formalmente al progenitor incumplidor que cese su conducta, éste persiste en su incumplimiento, será necesario recopilar pruebas que lo demuestren. La responsabilidad de acreditar el incumplimiento recae en el progenitor afectado, pudiendo hacerlo a través de mensajes de WhatsApp, correos electrónicos, u otros medios de comunicación, e incluso con el testimonio de testigos si estuvieran disponibles
5. Mediación judicial
Como venimos diciendo, el incumplimiento del régimen de visitas pueden realizarlo ambos progenitores.
Por ejemplo, que el padre no custodio no pague la pensión y como medida de presión o castigo, el custodio no permita las visitas a los hijos.
En estos casos, es aconsejable comparecer ante el Letrado de la Administración de Justicia para que ejerza la labor de mediación que le atribuye el artículo 456 de la Ley Orgánica del Poder Judicial.
6. Interponer demanda de ejecución de convenio regulador o sentencia
Si la mediación no da resultado o si el incumplimiento persiste, el progenitor afectado deberá presentar una demanda de ejecución del convenio regulador o de la sentencia ante el tribunal correspondiente.
Esta demanda debe ser presentada por un abogado, y se recomienda que dicho abogado sea especialista en derecho de familia.
Una vez admitida a trámite la demanda, el Juez requerirá al progenitor incumplidor para que cumpla con las visitas según lo establecido en el convenio regulador o la
sentencia.
En caso de no cumplir, se le impondrán multas coercitivas mensuales. La ley no especifica la cantidad de estas multas, ya que será determinada por el Juez.
Si las multas no resultan efectivas, el Juez podría modificar el régimen de visitas.
Además, en caso de un incumplimiento reiterado y obstinado, el incumplidor podría ser acusado de delito de desobediencia a la autoridad según el artículo 556 del Código Penal
7. Punto de Encuentro Familiar
El Punto de Encuentro Familiar es un servicio social destinado a favorecer las relaciones entre los hijos y los progenitores.
En caso de incumplimiento o cumplimiento conflictivo del régimen de visitas, los progenitores podrán solicitar que la entrega del menor se realice a través de un Punto de Encuentro.
La solicitud se hará en el Juzgado, que efectuará un seguimiento del cumplimiento de las visitas.
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¿Cuáles son las causas más comunes de incumplimiento del régimen de visitas?
El incumplimiento del régimen de visitas puede tener graves consecuencias para el bienestar del menor y generar conflictos entre los progenitores. A continuación, se describen algunas de las causas más comunes de este incumplimiento:
Problemas de comunicación
La falta de comunicación entre los progenitores puede ocasionar dificultades en el cumplimiento del régimen de visitas. Cuando no existe una comunicación efectiva, alcanzar acuerdos se vuelve complicado y los malentendidos pueden derivar en
conflictos. Por tanto, es fundamental que los padres se comuniquen de manera clara y constante para garantizar el cumplimiento adecuado del régimen de visitas.
Conflictos emocionales y resentimientos
En ocasiones, los padres pueden experimentar resentimientos o emociones negativas hacia el otro progenitor, lo que puede interferir en el cumplimiento del régimen de visitas. Estos sentimientos pueden conducir al incumplimiento de los acuerdos de visita o a retrasos en la entrega de los menores. Para evitar esta situación, es esencial que los padres trabajen en resolver sus conflictos y emociones negativas, facilitando así el cumplimiento del régimen de visitas sin contratiempos.
Cambios en la situación laboral o personal
Los cambios en la situación laboral o personal de los padres pueden incidir en el cumplimiento del régimen de visitas. Por ejemplo, si uno de los progenitores obtiene un nuevo empleo con horarios variables, podría resultar complicado cumplir con el
régimen de visitas establecido. Ante esta situación, es importante que los padres mantengan una comunicación abierta y colaboren para encontrar una solución que se ajuste a las nuevas circunstancias de ambos.
Problemas con la seguridad del menor
Si uno de los progenitores considera que la seguridad del menor está en riesgo durante las visitas, es posible que opte por incumplir el régimen de visitas. Por ejemplo, si existe preocupación por problemas de adicción del otro progenitor, puede ser difícil confiar en que el menor estará seguro durante la visita. Ante esta situación, es crucial que los padres trabajen juntos para abordar las preocupaciones de seguridad y establecer un régimen de visitas que garantice la protección del menor.
Problemas de salud
Si el menor o alguno de los progenitores está enfermo, puede resultar complicado cumplir con el régimen de visitas establecido. En estos casos, es necesario que los padres se comuniquen y colaboren para encontrar una solución que permita al menor recibir la atención médica necesaria sin dejar de cumplir con el régimen de visitas. Es posible que sea necesario ajustar el régimen de visitas para adaptarlo a la situación de salud del menor o del progenitor.
¿El incumplimiento reiterado de las visitas es delito?
Actualmente, no se puede recurrir a la vía penal para denunciar el incumplimiento del régimen de visitas.
Antes de la reforma del Código Penal por la Ley 15/2015 de 30 de marzo, el incumplimiento del régimen de visitas podía denunciarse ante la Policía o la Guardia Civil, lo que iniciaba un juicio de faltas.
Sin embargo, tras esta reforma, el incumplimiento del régimen de visitas ha sido despenalizado, por lo que ya no es posible iniciar acciones penales por esta causa.
Únicamente, en el caso de que el incumplimiento persista después de haberse realizado un requerimiento judicial previo, podría constituir delito de desobediencia a la autoridad.
Por último, es importante señalar que existe el delito de sustracción de menores, el cual ocurre cuando uno de los progenitores se lleva al hijo menor sin una justificación válida. Esta situación se considerará como sustracción cuando el progenitor, sin una causa justificada:
- Traslade al menor de su lugar de residencia sin consentimiento del progenitor
custodio. - Retenga al menor incumpliendo el convenio o sentencia
En todo caso es importante tener en cuenta que cada situación es un caso especial y requiere de soluciones personalizadas. Por ese motivo es siempre recomendable contar con el asesoramiento de un abogado especialista en derecho de familia, de
modo que en base a su experiencia y conocimientos te pueda ayudar a encontrar la solución más adecuada para tu caso.
Qué dice la ley sobre el incumplimiento del régimen de visitas
La Ley de Enjuiciamiento Civil establece que el incumplimiento del régimen de visitas se considera un incumplimiento de una resolución judicial y, por tanto, puede ser sancionado por el juez. Sin embargo, la falta de cumplimiento del régimen de visitas no se considera un delito penal, sino una falta civil. Por ello, el incumplimiento del régimen de visitas no puede ser penado con una pena de prisión.
Las consecuencias civiles del incumplimiento pueden incluir la modificación del régimen de visitas, la imposición de multas y, en los casos más graves, la privación de la patria potestad. Es importante cumplir con el régimen de visitas para garantizar el
bienestar del menor y evitar consecuencias legales y familiares negativas.
Incumplimiento régimen de visitas por trabajo
El incumplimiento del régimen de visitas por trabajo es una situación común en las relaciones familiares actuales. En este caso, el progenitor que no puede cumplir con el régimen establecido debe buscar alternativas para garantizar el derecho del menor a mantener una relación adecuada con ambos padres.
¿Cómo afecta el trabajo al régimen de visitas?
El trabajo puede tener un impacto significativo en el cumplimiento del régimen de visitas, especialmente si el progenitor custodio se muda a otra ciudad o país por motivos laborales, o si trabaja en turnos rotativos que dificultan seguir el régimen
establecido. En estas situaciones, es esencial que los progenitores acuerden un plan de visitas flexible que se adapte a los horarios laborales del progenitor no custodio.
Además, se recomienda utilizar herramientas tecnológicas como videollamadas o chats para mantener una comunicación constante entre ambos padres y el menor, lo que ayuda a fortalecer el vínculo afectivo. En casos más complicados, la mediación o el asesoramiento legal pueden ser útiles para encontrar soluciones justas y equilibradas.
En cuanto a qué hacer si el otro progenitor no puede cumplir con el régimen de visitas debido al trabajo, la opción es que el progenitor afectado presente una demanda de ejecución de sentencia o convenio regulador debido al incumplimiento reiterado del régimen de visitas. Esta demanda debe ser presentada por un abogado especializado en derecho de familia.
¿Cómo puedo adaptar el régimen de visitas al horario laboral del otro progenitor?
Si el otro progenitor no puede cumplir con el régimen de visitas establecido debido a motivos laborales, lo ideal es que se comunique con el otro progenitor con antelación para buscar soluciones y evitar conflictos. Se puede establecer un plan de visitas flexible que se adapte a los horarios laborales del progenitor que trabaja.
Si el progenitor no puede trasladarse para llevar a cabo las visitas, se pueden acordar gastos de desplazamiento, como la compra de billetes de avión o de tren, que deben ser asumidos por el progenitor no custodio.
En caso de desacuerdo, se puede recurrir a la mediación o a la vía legal para encontrar una solución justa para ambas partes y garantizar los derechos del menor
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